Menos morosidad al consumo igual o más morosidad inmobiliaria

Conocíamos los pasados días los datos relativos al índice de morosidad en los llamados préstamos al consumo, que recibían una de esas pequeñas buenas noticias que realmente pasan inadvertidas en un maremágnum en el que lo común, desafortunadamente son las malas noticias; la buena noticia en este caso resultaba ser un descenso de la morosidad al consumo interesante, por encima del 10%, sin embargo, si hablamos de vivienda, si hablamos del sector inmobiliario como veremos la morosidad no sólo no disminuye sino que en algunos casos se ha instalado de manera estructural y parece difícil erradicar.

Desde el punto de vista del propio sector debemos saber que la moral de los créditos dirigidos a los promotores inmobiliarios continúan generando una tensión más que notable en la banca de nuestro país, ya que, independientemente de los resultados y movimientos atribuibles a la implantación del banco malo (SAREB) esta mora a los créditos al sector inmobiliario se coloca cercana al 30%, de manera independiente al traspaso de activos tóxicos a SAREB.

Es cierto que este traspaso de activos tóxicos ha generado un ligero recorte a la morosidad sobre el ladrillo, pero ciertamente muy ligero, estamos hablando tan sólo de décimas en lo que se esperaba sin duda un recorte de mucho más amplio.

Y cuando hablamos del problema estructural lo hacemos desde la mirada que abarca todos y cada uno de los elementos que componen el sector inmobiliario nuestro país, por ejemplo, no pensemos que las constructoras a pesar del tremendo reajuste en forma de cierres sufridos, se encuentran en mucho mejor estado, de hecho la mora de este modelo de empresa ha aumentado hasta el 24,5% en el cierre del pasado año 2012 respecto a las mismas fechas del año 2011 donde se cerró con el 17,66%; para que nos hagamos una idea más palpable el volumen de crédito para financiación de las constructoras en el año 2007 se situaba en torno a los 150.000 millones de euros mientras que al cierre del pasado ejercicio 2012 apenas superó los 80.000 millones de euros .

 

 

 

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