Cosas que puedo hacer si mi casa no se vende

Desafortunadamente hoy en día son muchas las personas que se cuestionan del mismo modo el título de este artículo. Personas con viviendas colocadas en el mercado de compraventa desde varios meses atrás, e incluso en casos extremos desde años, inmuebles que no se venden y que, continúan generando gastos y preocupaciones a quien desea efectivamente venderlos.

http://www.euribor.com.es/vivienda/2014/01/por-que-no-termina-de-arrancar-el-mercado-de-alquiler/

No nos engañemos, de entrada la situación para la venta de viviendas en nuestro país sigue siendo la misma, es decir mala. Es cierto que hubo un ligero repunte al final del pasado año pero tenía más que ver con el fin de los beneficios fiscales y la aplicación del nuevo IVA al comienzo del presente año que con una verdadera reactivación del segmento.

Reconocido lo anterior un dueño de una vivienda que no se vende, puede hacer dos cosas; si no necesita realmente la venta puede sostener el inmueble en el mercado o incluso retirarlo para volver a lanzarlo posteriormente, si necesita realizar esta venta debe imperiosamente revisar una serie de elementos en los que incidiremos en estos artículos.

Revisar el precio

Puede parecer una obviedad colocan en primer lugar de los elementos a revisión el precio, pero es una obviedad que conviene recordar. No estamos hablando de flexibilidad en la negociación, eso viene luego, estamos hablando de ajustar el precio a los valores reales de las propiedades, esto, aplicando los valores actuales, puede significar incluso un retroceso de hasta el 30% (incluso más) de lo que la vivienda podría valer por ejemplo en el año 2007, pero esa es la realidad del mercado. Debemos entender que los precios de mercado actuales no tienen nada que ver con los precios anteriores a la crisis, ya que éstos han disminuido cerca de un 40%.

Revisar nuestra postura negociadora

Si tenemos un precio medido en función de lo anterior y continuamos sin vender, obviamente existieran otros elementos a los que acudir en revisión, uno de ellos es nuestra postura negociadora. Lógicamente la tendencia inicial como vendedor será mostrarse poco flexible sobre un precio ya establecido como justo, sin embargo esto en la actualidad también puede ser un obstáculo. Si acumulamos mucho tiempo de espera para la venta tal vez lo mejor, sobre todo si necesitamos ejercerla con urgencia sea acogernos a la oferta negociada más cercana al precio que deseamos como garantía de venta. Esto puede suponer la picardía añadida de aumentar el precio inicial para comenzar a negociar al alza; estamos en una época en la que la sartén por el mango no la tiene el vendedor la tiene el comprador, este picardía puede suponer que de entrada ante el anuncio del precio directamente si este resulta elevado en la media, el comprador no acuda.

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