Vendiendo una vivienda: cuestiones elementales de actitud II
|En el anterior artículo de esta serie, dedicado a la actitud del vendedor a la hora de ofrecer una vivienda a posibles compradores, veíamos como si siempre ha resultado fundamental una posición de transparencia sobre las viviendas a vender en cuanto a la información aportada, hoy en día es sencillamente imprescindible teniendo cuenta que nos encontramos en un mercado tremendamente abundante de ofertas abundante pero muy escaso en demandas, lo que hace que quien desea adquirir un inmueble opte por las opciones que le proporcionan mayor confianza y seguridad a partir de las informaciones recibidas y la contrastación de dichas informaciones.
Ya veíamos en el citado artículo que elementos como los metros útiles de la vivienda, la antigüedad de la misma, y por supuesto cuestiones tan básicas como las posibles cargas que ésta pueda tener, debe ser parte de la información clara que el posible comprador deba recibir, sin embargo no es ni mucho menos la única de estas informaciones a aportar.
Cuestiones como la propia orientación de la vivienda, los vecinos en cuanto al número e incluso en cuanto a apreciaciones generales de la vecindad, los propios sistemas de calefacción llegó caliente de la vivienda, el estado de las ventanas, la descripción de la terraza si la hubiera, y por supuesto la descripción del equipamiento, resultan elementos importantes en la presentación de una propuesta de vivienda en venta, porque van a permitir al usuario en opción de compra una valoración completa de lo que se le propone en relación al precio de venta, aquí no debemos olvidar otras cuestiones como los propios gastos de comunidad, como sabemos difieren mucho de unos inmuebles a otros y que definitivamente se convierten en un gasto que el futuro comprador debe tener en cuenta.
Dentro de este nivel de detalle en la información proporcionada debemos tener claro, desde la perspectiva de vendedor, que incluso los pequeños detalles son puntos a sumar o restar dentro de una decisión de un comprador, por ello, no debemos tener miedo a proporcionar abundancia de los mismos siempre y cuando por supuesto coincidan de manera clara y plena con la realidad.