Patrice Maurice Mac-Mahon (1808-1893), mariscal de Francia y presidente de la República, era un hombre enérgico y de mucho carácter, pero que no brillaba precisamente por su inteligencia. Un día, visitando un hospital, se paró frente a la cama de un soldado enfermo y preguntó qué tenía. Cuando respondieron que tenía fiebre tifoidea tropical, exclamó: “Mala cosa, mala cosa. O se muere uno o se vuelve tonto. Lo sé porque la padecí cuando estuve en Argel”… Creo que esta es la prueba de que la falta de perspicacia de los que mandan en Europa no es nueva … Pero no es sólo por lo mal que están abordando el problema griego, sobre todo lo digo porque, conociéndolo hace tiempo, no impidieron su crecimiento hasta el punto actual: El otro día en el foro de bolsa encontré este post de noviembre de 2009 que resumía un artículo de A. González, voy a citar sólo 3 cosas que decía:
- Ya en 2004 Bruselas abrió un procedimiento de infracción contra Grecia por haber falseado las estadísticas relacionadas con el déficit público desde 1997. Sin esos retoques, se admitió entonces, Grecia no hubiera entrado a formar parte del euro.
- El nuevo gobierno griego tuvo que admitir al mes de estar en el poder que el déficit sería el doble de lo previsto por el anterior.
- El 11 de noviembre de 2009 la Comisión Europea ya afirmó que “Grecia es una amenaza para toda la zona euro”.
Y ahora el coste del problema griego, que se hubiera arreglado bien con una expulsión en 2004, bien con una supervisión más dura tras los antecedentes los años siguientes, bien en 2009 cuando se descubrieron las nuevas mentiras etc.…ha formado una bola de pérdidas que cada vez son más públicas –de los estados vía créditos y BCE- y menos privadas y en las que parece sólo pagan por los errores los ciudadanos. Es decir, un problema político que acaba socializando unas pérdidas que nadie sabe cuantificar. A este respecto un factor de pérdidas para el sistema financiero del que se habla poco, caso de que Grecia finalmente se declare en suspensión de pagos, es el dinero que perderán aquellos bancos que han vendido las primas de los CDS y que se verían obligados a abonar, en lugar del emisor heleno, toda la cantidad asegurada a los que hayan comprado esos seguros. Por supuesto es una suma cero: unos ganan y otros pierden pero el que pagó la prima del seguro se supone es un inversor buscando seguridad para su cartera de bonos y ya tiene asumido el coste, el que vendió no tiene forma de escapar de sus obligaciones ni manera para intentar neutralizar esa pérdida, caso de producirse. Al ser un mercado tan opaco no sabemos quién tiene esa exposición pero eso plantea un interrogante: ¿Y si el que vende esos seguros contra quiebra, quiebra él mismo y no puede responder?